La lana de roca aislante es originada por el proceso de solidificación, en fibras, de la roca fusa (lava volcánica). La estructura a celdas abiertas de este material hace que sea muy válido como aislante térmico y como fonoabsorbente para las propiedades de absorbimiento de las ondas acústicas. La lana dá protección al fuego porque es un material inorgánico capaz de resistir a la fusión en altísimas temperaturas sobre los 1000°C, así que en un posible incendio el fuego no se propague. Se trata de un producto natural y eco compatible que permite reducir hasta 100 veces la energía utilizada para su producción.